
Mi campaña en Chipancingo
Chilpancingo es una tierra valiente, que conoce el peso de la injusticia, pero también la fuerza de la dignidad. Aquí, las voces resuenan con claridad y con razón: quieren instituciones que sirvan al pueblo, que protejan, que escuchen.
Escuchar a su gente ha sido una experiencia profunda y conmovedora. Cada historia compartida reafirma mi compromiso de trabajar por un país donde nadie tenga que alzar la voz para exigir lo que por derecho le corresponde.
Gracias, Chilpancingo, por su fuerza, su valentía y su confianza. Esta lucha también es por ustedes.










